Una historia de esfuerzos, éxitos y desafíos

Orígenes de ANARCICH y las radios comunitarias en Chile

 
 

Una historia de esfuerzos, éxitos y desafíos

El año 1922 fue donde parte la historia radial en Chile, con la primera transmisión en nuestro país, dando así inicio a la hermosa labor de ser radiodifusor en estas tierras. Sin embargo, dicho proceso estuvo mayormente marcado por el surgimiento de radios comerciales. Pero con las décadas, radios fuera del espectro comercial, y vinculadas a los intereses tanto barriales, locales, laborales como religiosos, comenzaron a surgir por el territorio nacional.

Fue a finales de los años ochenta, y a inicios de los noventa, que estas radios fuertemente vinculadas a sus comunidades, comenzaron a proliferar y masificarse a lo largo del territorio nacional. Ello implicó la necesidad de organizarse y formar espacios de apoyo. En especial porque un débil marco legal no otorgaba la oportunidad a todas estas experiencias radiales para crecer y desarrollarse. La Ley de Telecomunicaciones de 1982, y la posterior reforma de 1994, dejaron las radios comunitarias y ciudadanas relegadas a la categoría de “mínima cobertura”, con dificultades para obtener y renovar concesiones, sin un lugar reservado en el espectro radiológico, y obligadas a operar sus transmisores con una mínima potencia.

Es en ese escenario es que grupo de esforzados radiodifusores, entre ellos Alberto Cancino, deciden fundar ANARCICH, la Asociación Nacional de Radios Comunitarias y Ciudadanas Chile, dándose como tarea la labor de agrupar a las radios de esta índole a lo largo y ancho de nuestro país. La finalidad era que dicha unidad pudiera incrementarse, hacerse más fuerte, constituyendo una gran voz.

La lucha por una ley que reconozca y dé voz a las radios comunitarias

Conjuntamente a la labor de apoyarse mutuamente entre las radios afiliadas, se volvió una tarea primordial de ANARCICH el bregar por una ley que otorgara reconocimiento integral a las radios comunitarias y ciudadanas. Paulatinamente, el esfuerzo empieza a rendir frutos, en el 2007 ingresa en el Congreso el proyecto de ley que reconoce a dichas radios, proyecto que termina dándoles mejores garantías en cuanto a concesiones y asegurando un espacio exclusivo para este tipo de radios en el espectro radiológico. Tras varios años de discusión y gracias a la unidad gremial se pudo hacer frente a los grandes grupos radiales. El 25 de abril del año 2010, se promulga finalmente la Ley 20.433 de Servicios Comunitarios y Ciudadanos de Radiodifusión de Libre Recepción.

Dicha ley, implicó una serie de avances para el radiodifusor comunitario. La primera fue eliminar las engorrosas renovaciones de las concesiones radiales, permitiendo a las comunitarias concesiones de mayor duración en el tiempo. Esto dio estabilidad a la labor de los asociados a ANARCICH y al resto de las radios comunitarias y ciudadanas del país. Hoy las concesiones son a 10 años y el concesionario tiene derecho preferente a su renovación. En segundo lugar, permitió el aumento de la potencia de los transmisores FM de radios comunitarias, los que pasaron de un máximo de 1 watt a 25 watts (hasta 40 en algunos casos especiales), lo que evidentemente resultó en una mejora considerable de la cobertura y de la calidad de transmisión, en especial en contextos urbanos. En tercer lugar, asegura a las radios comunitarias y ciudadanas un lugar especialmente reservado en el espectro radiológico situado en la mayoría del país entre el 107.1 al 107.9 de la Frecuencia Modulada. Pero, lo más importante de dicha ley fue el reconocimiento de la función social de las radios comunitarias y ciudadanas, resaltando su importante en la articulación de los territorios y los barrios, dejando atrás el triste epíteto de “mínima cobertura”

Fue también tarea de ANARCICH el que dicha ley, hasta entonces existente solo en la letra, se hiciera efectiva en beneficio de todas las emisoras comunitarias y ciudadanas del país. En efecto, la gremial presionó activamente desde la fecha de la promulgación de la ley 20.433 hasta que dicho cuerpo legal fuera completamente efectiva en beneficio de las radioemisoras comunitarias.

Fueron largos años de incansable lucha para ANARCICH. Su directiva, motivada por la responsabilidad de representar el anhelo de sus asociados, presionó incansablemente por que la nueva ley se hiciera carne y se obtuvieran las concesiones solicitadas por sus afiliados. Se consiguió además - a pesar de la reticencia y ´presión de algunas poderosas radios comerciales -.que el espectro radial prometido fuese cumplido. Finalmente, es en el 2013, año en que la ley se pone definitivamente en ejercicio. Esa importante victoria, implicó de inmediato un nuevo escollo para la asociación. Ella consistió en lograr que todas las radios asociadas a ANARCICH gestionaran los trámites necesarios para obtener la concesión, solicitando y exigiendo un lapso mayor de tiempo para obtener que las 114 radios que aún no habían podido gestionar dicho trámite pudieran realizarlo. i

Las radios comunitarias, pioneras en promover la música chilena

En este periodo, ANARCICH se pone a la vanguardia de lo que recién se comenzaba a discutir en el Congreso. La asociación se compromete a difundir la música chilena entre sus radios asociadas, firmando un convenio con la Sociedad Chilena del Derecho de Autor (SCD) para incluir un 40% de música chilena en sus programaciones, cifra correspondió al doble de lo que posteriormente la ley obligaría incorporar a las radios comerciales. A este respecto, Alberto Cancino señaló: “La radio comunitaria lleva una trayectoria de más de 20 años difundiendo la música nacional. Es por eso que establecer hoy este convenio, nos parece bastante favorable”ii

La partida y el legado de uno de sus fundadores

Alberto Cancino Sánchez, uno de los arquitectos de la construcción de esta gremial que agrupa a más de 300 emisoras a lo largo del país, fallece el miércoles 12 de diciembre del 2018, dejando un legado de unidad entre los colegas y una radiofonía comunitaria al interior de un marco legal que definitivamente proteja a las radios comunitariasiii.

Hoy, la directiva de ANARCICH se ha renovado. César Ramos asume el cargo que con entrega ejerció Alberto Cancino. Los desafíos no se hacen esperar para esta nueva directiva, en particular se perfila el hacer valer su identidad al momento que las nuevas tecnologías revolucionan el ámbito de las comunicaciones y de la sociabilidad. Un aspecto que juega en su favor, es la validez adquirida por las radio de proximidad en los contextos locales, tendiendo puentes, informando e interactuando de manera cercana con sus radioescuchas. Las radios comunitarias tendrán que aprender a desenvolverse en estos nuevos tiempos, con redes sociales y radioescuchas digitales, sin por ello perder la esencia comunitaria que con tanta pertinencia durante décadas, han llevado a cabo en nuestro país.